Amores teatrales – Parte 1

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Cuando llega el mes de febrero, parece que el amor está en el aire, como dice la canción. Así como con la aproximación de diciembre, que torna el ambiente festivo por la llegada de la Navidad, así el mes de febrero cambia el contexto y todo se envuelve en tonos rosados y rojos, con toda la parafernalia que acompaña el día de San Valentín.

Aun cuando para muchos la celebración de San Valentín es una festividad más de naturaleza comercial que religiosa o sagrada, es casi imposible escapar a sus efectos: la música, los regalos, el cine, la televisión, el teatro, los restaurantes, las flores, los chocolates, dulces y pastelillos, solo por nombrar algunos elementos. Muy a pesar de lo que se diga, el 14 de febrero no hay restaurante vacío, las pastelerías y confiterías están abarrotadas, las tiendas de regalos desde varios días antes se llenan de novedades y una amplia variedad de ofertas para todo público. Los precios de las florerías se elevan considerablemente y hay que solicitar lo que se desea con anticipación. Bueno, hasta las joyerías, a pesar de las dificultades económicas, hacen su buena venta en esos días. Ni se diga de los hoteles y lugares de paso, difícil encontrar lugar o espacio.

Con el tema del amor, podría escribir toda una enciclopedia acerca de las obras en la literatura, la música y el arte que lo tienen como motivo principal. Y no solo en la narrativa, también hay obras de antropología, biología, psicología, sociología, economía e historia en las que el amor es el tema principal. De entre todos, quizá una de las historias que, desde su creación hasta nuestros días, no pasa desapercibida y es prácticamente el arquetipo del amor desventurado es Romeo y Julieta, de William Shakespeare.

Quizá no me equivoque al decir que la mayoría de los lectores de este artículo, si no es que todos, conocen la obra. La historia transcurre en Verona, una ciudad italiana, en la que viven dos familias rivales: Los Montesco y los Capuleto. La primera escena tiene que ver con una riña callejera entre ambas familias. El príncipe de Verona interviene y declara un acuerdo de paz, que en caso de que sea quebrantado, se castigará con la muerte.

El conde Paris, amigo del príncipe de Verona, se acerca al Sr. Capuleto, y le pide la mano de su hija Julieta, a lo cual accede, pero con la condición de que espere dos años a que cumpla 15 años la señorita. Para celebrar el acuerdo, se organiza un baile por parte de los Capuleto. Al baile asiste Romeo, quien, al ver a Julieta, se enamora de ella, y a ella le sucede lo mismo. Con esto comienzan todos los enredos que vendrán después. Las visitas furtivas para encontrarse con Julieta, la famosa escena del balcón. Es tanto el enamoramiento de ambos jóvenes, que secretamente se casan.

Romeo es retado a duelo por el primo de Julieta, Teobaldo. Sin embargo, Romeo se niega, y en su defensa acepta el duelo su amigo Mercucio, quien resulta mortalmente herido. Entonces, Romeo retoma el duelo y llega a asesinar a Teobaldo. Por todo esto, Romeo es exiliado de Verona por el príncipe quien le ordena no regresar nunca más de lo contrario sería lo último que hiciera. Julieta está inconsolable, y debido a la tristeza de su hija, su padre decide ofrecerla en matrimonio al conde. Julieta accede, pero con la condición de retrasar la boda.

Julieta acude a Fray Lorenzo para pedirle consejo, y éste le ofrece una pócima que la hará entrar en un fuerte coma por cuarenta y dos horas. El fraile le promete a Julieta que avisará a Romeo, para que vaya por ella cuando todos crean que está muerta para que, al despertar, los dos huyan. Julieta acepta llevar a cabo la farsa. Una noche antes de la boda, Julieta toma la pócima, y todos la creen muerta, por lo que la colocan en la cripta familiar.

El mensaje del fraile nunca llega a Romeo, quien se encuentra con un sirviente que le da la noticia de que Julieta está muerta. Malherido por la noticia, Romeo va con un boticario para comprarle un eficaz veneno. Así se presenta a la cripta donde está el cuerpo de Julieta, pero se encuentra al conde Paris, que llora a su amada. Romeo al creer que es un saqueador de tumbas, lo enfrenta y termina asesinándolo. Romeo sigue creyendo que Julieta está muerta, por lo que toma el veneno y muere. Al poco rato, Julieta despierta y ve los cuerpos inertes de Paris y Romeo. Fray Lorenzo le aconseja a Julieta que huya y se convierta en monja, a lo cual ella se niega, y la única solución que considera es morir, por lo que se atraviesa el corazón con la daga de Romeo.

Poco después, llegan los miembros de ambas familias y el Príncipe de Verona, y ven la tragedia ocurrida. Fray Lorenzo les relata la historia completa del amor prohibido que existía entre los dos jóvenes. Esta revelación termina por dar fin a la rivalidad entre ambas familias. La obra concluye con una elegía del Príncipe de Verona sobre el amor imposible de los jóvenes.

¿Qué hace que Romeo y Julieta sea tan fascinante para muchos? Quizá esa pregunta no tenga solo una respuesta. Por un lado, la obra toca varios temas interesantes como el amor, las rivalidades familiares, las limitaciones del amor a corta edad (ambos tenían apenas 13 años, prácticamente eran niños), el destino y la capacidad para elegir.

Por otro lado, desde mi punto de vista, la obra está repleta de poesía que al escucharla o leerla, resuena en la mente y el corazón del espectador, invariablemente. Es posible que, al leer o ver la obra representada, recordemos el primer amor de nuestras vidas, o de la vez que nos apasionamos desmedidamente con una persona y sentíamos que no había diferencia entre el amor y el deseo carnal, pero que éste era prohibido o imposible. Quizá no duró por circunstancias ajenas a nosotros o ni siquiera hubo correspondencia, o no lo dijimos y todo se quedó en el anonimato y nunca supimos si la otra persona nos correspondía. O es posible que sí hubiera correspondencia, y hayamos vivido ese amor, pero que fue fugaz y terminó, pero que nos dejó el recuerdo en nuestra vida.

Cualquiera que haya sido la circunstancia, la mayoría (por no decir todos) hemos vivido un amor así: apasionado, sublime, instintivo, carnal, desequilibrado, que nos lleva al borde de la locura. Freud decía que el enamoramiento a veces adopta la forma de una leve psicosis. Ahora bien, siendo adolescentes, no por nada los mexicanos decimos que entramos en la edad de la punzada.

De cualquier manera, Romeo y Julieta sigue siendo una obra vigente sobre el amor prohibido o imposible, frustrante hasta cierto punto, una joya de la literatura para unos y una pieza banal o de poca monta para otros. Muchas críticas recibió en su momento y ha recibido, tanto desde el punto de vista literario y artístico como psicológico y social, pero es una obra que ha llegado hasta nuestros días y constituye parte de nuestro acervo cultural como humanidad que no podemos dejar de lado, especialmente cuando hablamos de amor.

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Jesús Daniel González

Entre letras… Recorreremos el pensamiento y las historias de grandes autores que nos inspiran y nos impulsan a ser mejores humanos cada día. Jesús Daniel González es psicólogo veracruzano, bibliófilo de corazón, egresado de la Universidad Cristóbal Colón, y con maestría en Alta Dirección por la Escuela Bancaria y Comercial. Tiene 30 años de experiencia en administración y recursos humanos y 20 años en la docencia universitaria. Actualmente, está incursionando también en el mundo de la práctica privada de la Psicología.


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